5 preguntas
Inicio Chat Clasificados Contactanos Empresas

Mioruro.com

Inicio
Anterior

Firmar libro de visitas

Ver libro
de visitas

 

 

Diseño del sitio por:
Rildo Jordán


 

 

 

 

Las 5 preguntas más difíciles... 

5 preguntas difíciles de contestar.... y sus respuestas. 
¿En qué estás pensando? 
¿Me quieres? 
¿Estoy gorda? 
¿Te parece más bonita que yo? 
¿Qué harías si yo me muriese? 
Lo que hace a esas preguntas tan horribles es que está garantizado que cualquiera de ellas causará una discusión importante y/o divorcio si el hombre no responde apropiadamente, o sea, deshonestamente. 
Por ejemplo: 

¿En qué estás pensando? 

La respuesta apropiada a esta pregunta es, por supuesto: 

"Lo siento si he estado abstraído, querida. Simplemente estaba reflexionando en cuan cálida, maravillosa, cariñosa, profunda, inteligente, hermosa mujer eres y qué hombre tan afortunado soy por haberte conocido." 

Obviamente, esta aseveración no guarda ninguna relación con lo que el tipo estaba pensando realmente en ese momento, que lo más probable es que fuese una de estas cinco cosas: 

Fútbol. 
En una mucho más bonita que tú. 
Baloncesto. 
Qué gorda eres. 
Cómo gastaría el dinero del seguro si tú murieses. 
De acuerdo con el artículo Sassy, la mejor respuesta a esta estúpida pregunta la dio Al Bundy, de la serie "Married with Children", al que le preguntó su mujer: 
Peg: "¿En que estas pensando?" 
Al: "Si quisiese que lo supieras, estaría hablando en vez de pensando." 

Las otras preguntas tienen también una única respuesta correcta pero muchas incorrectas: 

¿Me quieres? 

La respuesta correcta a esta pregunta es: 

"Sí" 

Para esos tipos que sienten la necesidad de ser más elaborados, pueden responder: 

"Sí, querida" o "Claro, mi amor". 

Las respuestas erróneas incluyen: 

Supongo que sí. 
¿Te hará sentir mejor si te digo que sí? 
Eso depende de lo que tú entiendas por "amor". 
¿Importa eso? 
Mhhhhh... si. 
¿Quién?... ¿yo? 

¿Estoy gorda? 

La respuesta masculina correcta es aseverar, con confianza y enfáticamente: 

"No, por supuesto que no." 

Y entonces dejar la habitación rápidamente. Las respuestas erróneas incluyen: 

No te llamaría gorda, pero tampoco te llamaría delgada. 
¿Comparada con qué? 
Un poco de peso extra te sienta bien. 
Las he visto más gordas. 
¿Puedes repetir la pregunta? Estaba pensando acerca de tu póliza de seguro.

¿Te parece más bonita que yo? 

La pregunta puede venir a flote debido a una ex-novia, una transeúnte a la que tú estabas mirando tan fijamente que casi causas un accidente de tráfico, o una actriz en una película que acaban de ver. En cualquier caso, la respuesta correcta es: 

"No, tú eres mucho más bonita." 

Las respuestas erróneas incluyen: 

No más bonita, sólo bonita de una forma diferente. 
No sé cómo se llegan a evaluar esas cosas. 
Sí, pero tu tienes una personalidad mejor. 
Sólo en el sentido en que ella es más joven y delgada. 
¿Puedes repetir la pregunta? Estaba pensando acerca de tu póliza de seguro.

¿Qué harías si yo me muriese? 

La respuesta correcta es: 

"Mi amor más querido, en el caso de que tú finalmente fallecieses, la vida dejaría de tener sentido para mí y yo me arrojaría bajo las ruedas del primer camión de Domino's Pizza que cruzase mi camino." 

Esta puede ser la pregunta más estúpida del lote, como queda ilustrado por el siguiente chiste estúpido: 

- Querido -dijo la esposa- ¿qué harías si yo me muriese? 
- Pero querida, estaría extremadamente triste -dijo el marido-. ¿Por qué me preguntas algo así? 
- ¿Te volverías a casar? -perseveró la mujer. 
- No, por supuesto que no, querida -dijo el hombre. 
- ¿No te gusta estar casado? -dijo la esposa. 
- Por supuesto que me gusta, querida -dijo él. 
- Entonces, ¿por qué no te volverías a casar? 
- Ya -dijo el marido-, sí me volvería a casar. 
- ¿Lo harías? -dijo la esposa, pareciendo vagamente herida. 
- Sí -dijo el marido. 
- ¿Dormirías con ella en nuestra cama? -dijo la esposa después de una larga pausa. 
- Bueno, sí, supongo que sí -replicó el marido. 
- Ya veo -dijo la mujer, indignada- ¿Y la dejarías ponerse mis ropas? 
- Supongo que sí, si ella quisiese -dijo el marido. 
- Realmente -dijo la mujer, con un tono helado-. ¿Y quitarías mis fotos y pondrías las suyas? 
- Sí. Creo que sería lo correcto. 
- ¿Ah, sí? -dijo la esposa, incorporándose de un salto-. Y supongo que también la dejarías jugar con mis palos de golf, ¿no? 
- Por supuesto que no, querida -dijo el marido-. Ella es zurda.