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CARNAVAL 2002

Bienvenidos al Carnaval de Oruro  2002. Aca encontrara algunos datos de utilidad para su estadia en estas fechas. (para mayor información haga click en Carnaval 2002)

Fechas de la entrada: 9 y 10 de febrero 
Ultimo convite: 3 de febrero
Lugares donde hospedarse: Click Aqui para ver una lista completa de alojamientos y hoteles.

 
LA CAPITAL DEL FOLKLORE BOLIVIANO

Con el auxilio de los recursos más favorables del idioma, se ha escrito y valorado la relevante significación del Carnaval de Oruro, Bolivia. Ponderados hombres de letras, investigadores y especialistas en la materia, enfocaron en los últimos cuarenta años el contenido de este fenómeno sociológico, que está inmerso en todos los catálogos de estudio.

Esta sostenida observación, llevó a la ciudadanía orureña a gestionar un título, que trasunte en dimensión internacional, el hecho natural de construir el muestrario de las más ricas expresiones del alma nacional.

El Carnaval de Oruro, de una sencilla festividad - originalmente protagonizada por algunos gremios- devino en una verdadera eclosión popular, saturada de connotaciones de corte espiritual, religioso, ideológico, histórico y también pagano.

Con la integración de densos sectores de clase media además de la juventud y la mujer - creció el Carnaval en progresión geométrica. Familias enteras en Oruro, constituyen la urdimbre de ésta celebración, dejando atrás prejuicios o distingos de clase, para sumarse anhelantes al festival, que hoy por hoy, es orgullo representativo del verdadero pueblo.

En este empeño, juega fundamentalmente el concepto de la identidad cívica, de que está caracterizado el pueblo orureño, que permanentemente contribuyó con su cuota parte, a todas las empresas de aliento nacional.

En tal propósito de configurar mejor la identidad bolivianista, varios conjuntos folklóricos formados en Oruro, como embajadores culturales de buena voluntad, se presentaron exitosamente con su rica coreografías y costosos disfraces, en escenarios y eventos de la Argentina, Chile, Perú, Venezuela y naciones dela vieja Europa. Hoy, no es ajeno a sus proyectos, visitar también los Estados Unidos de América y los países asiáticos.

Con éstos y otros antecedentes, los poderes del Estado, imprimiendo su valorativa, para conferirle a Oruro el título de Capital del Folklore Boliviano, que hoy ostenta con dignidad y alto sentido nacional.

Pertinente es anotar una cronología apretada, de los trámites que rodearon a la plamación de este título, destacando las iniciativas y acciones de instituciones y personalidades que trabajaron por ese caro postulado regional.

Un 6 de marzo de 1965 un núcleo de representantes de las entidades más caracterizadas de Oruro, suscribieron un histórico documento, proclamando de hecho a ésta ciudad, CAPITAL FOLKLORICA DE BOLIVIA, por ser la poseedora del más rico y dinámico acervo folklórico del país y cuya expresión se manifiesta en el brillo de su Carnaval", particularidad que se traduce en "sus formas peculiares de musicalidad, coreográfica y lujosa vestimenta".

Esta declaración localista, fue tibiamente secundada por Decreto Supremo de 14 de agosto de 1965 que declaraba a Oruro "Sede Oficial del Carnaval Folklórico de Bolivia", disposición que en los hechos no denotaba nada.

Después de cinco años, en que continuó el acrecentamiento de esta celebración, el Decreto Supremo Nº 09088 de 5 de febrero de 1970 legalmente declaró a Oruro CAPITAL FOLKLORICA DE BOLIVIA, en base a una exposición de motivos elaborada por el Comité Departamental de Etnografía y Folklore, presidida por entonces, por el educador y poeta Alberto Guerra Gutiérrez y el periodista, Elías Delgado Morales, a la que se sumaron resueltamente y recogiendo el anhelo del pueblo, el Prefecto Cnl. Pedro C. Gaya Rojas y el Alcalde Municipal, sociólogo Josermo Murillo Vacarreza, ambos ahora fallecidos.

El 8 de Febrero de 1978 y siempre tras laboriosas gestiones de aquel Comité el Estado expidió el Decreto Reglamentario a la disposición anterior bajo el Nº 15304, determinando funciones y atribuciones para los organismos - ya en escala nacional - que tienen que ver con el fomento, práctica y difusión de todas las expresiones folklóricas.
La capital del folklore boliviano

Decreto

Significado del carnaval de Oruro

En la culminación, el H. Congreso nacional de la República, sancionó la Ley Nº 602 el 23 de Febrero de 1.984, legitimando la alta condición que ostenta Oruro, como CAPITAL DEL FOLKLORE BOLIVIANO, cuyo texto es el siguiente:

"Hernán Siles Zuazo, Presidente Constitucional de la República POR CUANTO, el H Congreso Nacional ha sancionado la siguiente Ley: El H. Congreso Nacional.

DECRETA:

Art. 1ro. Elévase a rango de Ley el D.S. Nº 09088 de febrero de 1970 que declara a la ciudad de Oruro como Capital del Folklore de Bolivia.

Art. 2do. La organización y programación de las festividades del Carnaval de Oruro, estarán a cargo de la H. Alcaldía Municipal y la Asociación de Conjuntos Folklóricos, en Coordinación con el Comité Departamental de Etnografía y Folklore.

Comuníquese al Poder Ejecutivo, para fines constitucionales. Es dado en sala de reuniones del H. Congreso Nacional a los ocho días del mes de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro. (Fdo.) Julio Garret Aillón, PRESIDENTE DEL H. CONGRESO NACIONAL; H. Gualberto Claure, H. Heberto Castedo Lladó, H. Alfredo Monje Suaréz, H. Ramiro Barrenechea Zambrana, H. Alfonso Ferrufino.

POR TANTO,

La promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veintitrés días del mes de Febrero de mil novecientos ochenta y cuatro (Fdo) Hernán Siles Zuazo, Presidente Constitucional de la República; Alcides Alvarado, Ministro de Educación y Cultura".
La capital del folklore boliviano

Decreto

Significado del carnaval de Oruro

 

SIGNIFICADO DEL CARNAVAL DE ORURO

Esta hospitalaria ciudad, que dentro de 14 años cumplirá sus 400 años de fundación, enclavada en los Andes de ésta nuestra América viste su mejores galas para escenificar en su calles y plazas, una nueva edición del añejo y rutilante Carnaval de arcanas raíces, que sin ninguna duda, no se da ninguna otra latitud de la Tierra.

El Carnaval de Oruro, Bolivia, arranca su génesis en la mitología andina, en el culto a la Pachamama (madre naturaleza), las ofrendas a los "mallkus" (montañas donde moran espíritus protectores) ritos ancestrales como la "Wilancha" (sacrificio de sangre), las ch'allas, invitatorios y convites a las fuerzas de la naturaleza, complementándose con la idolatría a una suerte de gigantes formas pétreas, existentes en los alrededores de la vieja ciudad, conocidas citadinamente como la víbora, el sapo, el lagarto, y exuberantes dunas de arena, representativas de millones de hormigas, que habrían sido enviadas por el dios del mal Wari, en su propósito de exterminar a los primigenios habitantes de la Villa.

Se inspira también en la invocación al veleidoso "tío" de las minas (dueño y señor de las riquezas del subsuelo) y básicamente, en el culto frenético a la imagen de la Virgen de la Candelaria o lugareñamente llamada del Socavón, estructurándose de esta forma, una verdadera simbiosis, sin paragón en el mundo.

Esta imagen, bellamente pintada por artista nativo anónimo, de las escuelas cuzqueña o potosina, desde su aparición oficial en 1789 en la humilde cueva de su primer devoto un romático ladrón apodado el "Nina Nina" preside este antruejo andino, que en síntesi es mezcla de unción religiosa, ritualidad, contagioso despliegue de musicalidad, derroche de lujo, colorido y sincera exteriorización de recónditos sentimientos ancestrales 

Su urdimbre organizativa, demanda todo un proceso emergente del uso y la costumbre, que a estas horas constituye todo un legado del pasado, que es mantenido inalterablemente , de generación en generación, perfilándose como caso único en el mundo; lejos de prácticas que rayan en la licencia y el desenfreno, características de festividades de otros países o ámbitos.

En la preparación de este Carnaval andino, participan inquietos y sacrificados directivos, autoridades regionales, instituciones religiosas, centros de investigación y en suma, todo el pueblo, que anhelante se prodiga, para exaltar la alta condición que ostenta Oruro, como la CAPITAL DEL FOLKLORE BOLIVIANO, reconocida por Ley de la República de Bolivia.

Todo está listo par el Gran Día, o sea la tradicional "Entrada" de Cargamentos y conjuntos folklóricos del Sábado de Carnaval, diablos, morenos, incas, tobas, caporales, llameros, cullaguas, suris, tinkus, negritos, potolos, pujllais y zampoñeros, distribuidos en cerca de 50 conjuntos ricamente ataviados y diestros en la evolución de sus variadas mudanzas se disponen a brindar y obsequiar a los ojos ajenos y propios, el mosaico vernacular más grande de la América, inspirados nada más que en su Patrona Protectora y en las fuerzas cósmicas, que motivan este singular acontecimiento de hondas raíces culturales y espirituales.

Es digno destacar también que, en todo este proceso costumbrista y de abierta fraternidad humana, juegan papel protagónico nuestros artesanos mascareros y bordadores, zapateros y sastres, quedando rienda suelta a su imaginación, anualmente entregan primorosos trabajos, que han sido favorablemente calificados, no solo en el país sino en el extranjero, donde se aprecia con generosidad su alto valor artesanal.

Y que diremos de nuestros compositores y componentes de las cincuenta bandas musicales que deambularán por calles y plazas de Oruro, durante ésta semana, colmando con sus aires, los espíritus más indiferentes de nuestra composición humana.

Todo honor para aquellos maestros, que durante el año anduvieron por los polvorientos caminos de nuestro altiplano, inspirándose en los fuertes contenidos de este antruejo, para presentarnos renovados pentagramas, a cuyos sones bailarán, o mejor bailaremos, todos quienes amamos el costumbrismo y nuestras cosas, desmintiendo la hipocresía de algunos descreídos especialmente del interior que se niegan a reconocer el fuerte contenido de este alto folklore nacional.

Todo este joyel de cosas exóticas estamos seguros que colmarán la expectativa y curiosidad de quienes llegan a Oruro, ávidos de novedad y lo desconocido. Y para ensamblar su mejor estadía, de manera que sea grata y obsequiosa, Oruro abre sus brazos y extiende su mano franca, haciendo alarde de conocidos gestos de hospitalidad y fraternidad tanto en el interior, cuanto en el exterior de la República.
La capital del folklore boliviano

Decreto

Significado del carnaval de Oruro